Navega, corazón – Sail, sweetheart

He nacido en el Pirineo y no solía ir a la playa porque no me gusta la arena -y ahora canto rallos y centellas cada vez que la he de pisar-.

Sin más allá, mi background esta relacionado con las ciencias, la tecnología y una pizca de humanidades. Así que al descubrir todas las áreas implicadas en el mundo de la navegación me fasciné. Física, fe y praxis.

El verano de 2021 tuve mi primera experiencia en un velero.

Fue a principios de Julio. Pasé el día en una barca de 9 metros. Se manejaba con caña de tiemón. Y años antes tuve un accidente de coche (siniestro total) con lo que llevar vehículos me generaba cierto estrés y digamos que leves ataques de pánico. No olvidaré aquel mareo, mi oído interno que no entendía qué sucedía. Descubrí que más valía mirar al horizonte y evitar ir bajo cubierta. Sentí gusto izando velas, probando de gobernar el velero con el tiller, sentir que el cacharro flota y se mueve al tuntún de las olas. El viento esta ahí, no sabes bien si te empuja o te succiona. Me descubro en un mundo nuevo. Y el recuerdo del estrés post traumático se hizo presente, me puse a temblar y lloré en silencio. He de decir que pese a esa sensación, me descubrí en un mundo nuevo. ¿Qué más puedo aprender de esto?

Pocas semanas después me encontraba en un Fountaine Pajot Alegria 67 -con hot tub- haciendo de niñera y otras veces de técnico. Zarpamos en Agosto desde La Rochelle (FR) cruzando el Golfo de Bizkaia para llegar a Gijón. He de admitir que sufro lagunas de esos 3 dias. Travesía salvaje. Everything was bouncing, up and down, and up-up down. Tuve mi primer bautizo con el mal de mar (seasickness).

Visitamos un monton de sitios: Gijon, Playa de Carino, a Coruña, Vigo y las Cíes, Povoa de Varzim, Porto (pit-stop), Cascais con paseo por Lisboa, Lagos, La Linea de la Concepción y Gibraltar, saltando a Tarifa con los peques para aprender Kitesurf, Benalmádena, Calabardina, La Azohia y Cartagena. Ahí paré porque tenia que recoger las fundas de la ortodoncia invisible en Barcelona.

Han pasado 2 años y es increíble como se difumina la memoria.

Recuerdo que participé en arreglar la cafetera De’Longhi ya que no molía bien el café. La desmontamos, la limpiamos y volvimos a montar. Uno de los cojinetes se había soltado.

También estuve presente cuando se instalaron los motones para izar la spinnaker, perforar fibra, gelcoat, colocar las piezas, sellar con sicaflex, pasar drizas y alehop: ready to deploy.

El hottub venía con un fallo: el agua no se calentaba. Así que tocó meterse por un agujero 60x60cm justo debajo del hottub, con las paredes al desnudo y la fibra de vidrio repartida revisar la placa base, y Bang! El cableado no estaba en el lugar indicado. En vez de conectar el circuito para calentar el agua estaba en otra de las características. Debería recuperar la foto para decir con certeza donde.

Bañito de prueba a las 0100, agua a 36 grados, de noche y en Benalmádena. Qué vida.

La mejora más graciosa fue la del sistema de agua osmotizada.

Estaban el armador y un amigo suyo que vino de visita. «-Oye vamos a mirar esto un momento, serán 5 minutos.» Lo que iba a ser un check previo a la instalación se convirtieron en 2h dando paso a la instalación. Aviso a navegantes, fíate poco cuando te digan «-Vamos a mirar esto, solo serán 5 minutos.» Acabarás a las 2 de la madrugada. Tarea del día: hecha.

Los chicos estudiaban en remoto, tenía que controlar que estuvieran pendientes de la tarea. Y las pequeñas daban guerra. La mayor estaba en la fase the terrible two y en tal espacio teníamos que tener ojos hasta en la nuca. La menor se iba acostumbrado al vaivén de las olas, le montaron un balancín con líneas de vida y el sillín del carrito para facilitar que quedase dormida. Qué tiernas criaturas.

Momentos muy bonitos aquellos 2 meses.

Regresé a Andorra y estuve de niñera y haciendo extras en un bar-pizzeria en Encamp. A finales de noviembre me fui a Barcelona para hacer sacarme la licencia RYA DaySkipper. Una semana teórica donde conocí a Patrik el instructor, Jeff y María y la siguiente semana fue el practical assingment. Me embarque en No Límits y Faith, nuestra instructora es un cielo. Ahí conocí a Vlad, David y Bradley. Seis días después superamos el assignment, y Bang! Mi primera licencia náutica. -La foto se hizo el día anterior al examen, a las 0200 después de una par de copas y con una pluma de paloma en el pelo.

Con licencia en mano, Bradley y yo alquilamos el barco de la escuela y nos dimos una vuelta para asentar los conocimientos. Cabe decir que tuvimos las mejores condiciones de toda esa semana. No Limits volaba! No tuvimos casi viento en las prácticas y Poseidón quiso celebrar con nosotros el éxito, brindándonos con tal experiencia.

Vuelvo a casa, pasan los meses, medio año trabajando como helpdesk en una empresa informática y vuelve la llamada al mar. Vamos a seguir creciendo. Agendé el curso Yachtmaster Fasttrack en Canarias, durante el verano hice de jardinera y en setiembre después de aprobar el curso de radio de alta frecuencia volé a Tenerife.

8 semanas. 8 durísimas semanas todo en inglés, cada semana cambiando de barco y tripulación. Gestión de personas, curva de aprendizaje, sigue con la teoría porque ya es más extensa que la del DS. Ve preparándote con el passage plan….